22 octubre 2011

El árbol que canta

El camino por donde suelo ir, las mañanas que salgo a caminar, transcurre al lado del canal, creo que eso ya te lo he contado.
Hay una carretera poca transitada, y aunque un nuevo barrio comienza a emerger, todavía puedo hacerme la ilusión de que la civilización se encuentra lejos.

Al borde de ese camino, y muy cerca del agua, hay un árbol anciano ya.
Está casi seco, y muy enfermo.
Todo él, es del color del tronco. Unitono, sin variaciones, es dificil distinguir las ramas de las hojas, las hojas del propio tronco.
Pero si te colocas debajo de él, si te paras un minuto, detienes tu caminar, y te pones bajo sus ramas...aún puedes escucharlo.
Aún entona su canto, para todo aquel que se quiera tomarse la molestia de escucharlo.