28 octubre 2011

Saber amar la música


(Extraigo este texto de la carta que estaba escribiendo a un amigo, pero que no he llegado a enviarle)

"¿Sabes? Creo que  me he dado cuenta de que no soy una buena amiga para la música.

Es cierto. Yo no amo la música.

Creo que hasta ahora lo que he hecho ha sido usarla.

Uso la música como compensadora de emociones.

Si me encuentro mal, la uso para animarme. Si necesito relajarme, la uso para eso. Pero soy yo la que decido y busco qué escuchar.

En mi cuarto puede oirse de todo. Hace unos dias, un amigo me preguntaba que música me gustaba y le respondí, que si algun vecino se dedicara a recopilar mis gustos musicales, no sabría como definirme, eso seguro. Lo mismo puede escucharse, musica relajante, tambores orientales, gospel, rock, baladas heavys, bandas sonoras, el último éxito de los cuarenta principales, o a mí cantando a todo trapo, éxitos en español. Y últimamente, y doy gracias por ello, también algo de música clásica.

Pero las uso para beneficio personal.

Si me pongo a escuchar una melodía que me arrastra hacia terrenos que no me interesan, me resisto, apago, no la dejo llegar a mí.

No he desarrollado hasta ahora la capacidad como para dejar que me llegue el mensaje que la música tiene que transmitirme.
Bueno no, tampoco puedo ser así de rotunda.

Me dejo sorprender muchas veces. Pero supongo que eso puede llegar a suceder, porque ambas, la música y yo, estamos en la misma sintonia, y entonces, no me resisto, me dejo.
 Como me paso con Arvo Pärt, el otro dia. Llegó y no me resistí. Me deje empapar, llevar hasta donde ella quiso.

Pero en muchas otras ocasiones, siento que no puedo permitirme el lujo de dejar que la música me arrastre.

Como con el concierto para violonchelo número 2 op 126 de Shostakovich.

Lo busqué en el youtube (queda cutre, pero que se le va a hacer...) y encontré una interpretación de ese concierto de Rostropovich.

No pude terminar de escucharlo. Estaba fragmentado en cuatro partes, y he conseguido escuchar las dos primeras. Pero es una música, tan dolorosa, tan triste, tan oscura...que no he podido terminar de oirla. Me lleva a regiones por las que prefiero no caminar.

Por eso admiro cada vez, la capacidad que tienes, que teneís mucha gente de acoger la música, de dejar que resuene sin más en vuestro interior. Ir a un concierto dispuestos a escuchar sin más, abriendo mente y corazón a aquello que la música y el interprete quiera transmitiros, os lleve donde os lleve.


Supongo que es cuestión de seguir cultivando mi capacidad de escucha, o más bien, la capacidad de apertura. El dejar el corazón, y la mente abiertas a lo que la música me traiga, sin ninguna pretensión más. Y abriendo la puerta a  que el mensaje deje más huella de la que yo desee, claro.

Es un riesgo, pero creo que merece la pena aceptarlo. Dejar hueco en mí, para que resuenen las notas...con su propio son."





22 octubre 2011

El árbol que canta

El camino por donde suelo ir, las mañanas que salgo a caminar, transcurre al lado del canal, creo que eso ya te lo he contado.
Hay una carretera poca transitada, y aunque un nuevo barrio comienza a emerger, todavía puedo hacerme la ilusión de que la civilización se encuentra lejos.

Al borde de ese camino, y muy cerca del agua, hay un árbol anciano ya.
Está casi seco, y muy enfermo.
Todo él, es del color del tronco. Unitono, sin variaciones, es dificil distinguir las ramas de las hojas, las hojas del propio tronco.
Pero si te colocas debajo de él, si te paras un minuto, detienes tu caminar, y te pones bajo sus ramas...aún puedes escucharlo.
Aún entona su canto, para todo aquel que se quiera tomarse la molestia de escucharlo.



19 octubre 2011

Música mientras tanto

Hoy simplemente quiero compartir contigo, esa sensación tan especial que se produce cuando tienes la suerte de conocer a alguien, que sin motivo ni razón aparente, pasa a formar parte de tu vida de una u otra forma. Esa sensación cálida y profunda que  resuena dentro de uno mismo, en la que puedes refugiarte y a la que conviene cuidar.Esa certeza interna, de que las casualidades no existen, y de que, si ha llegado hasta tí, tiene su razón y su sentido.


He tenido la fortuna de experimentar esto, en alguna ocasión, no muchas.

Para poder entender porque agradezco el último de estos encuentros "casuales" y lo bueno que va dejando en mi camino, en la senda  que vamos compartiendo, te recomiendo que te pasees un rato por su blog, y disfrutes con todo lo que hay en él.
Todo un lujo para los sentidos. Una experiencia con la que poder deleitarse.

Mientrás tanto...yo seguiré disfrutando de esa sensación interna. Espero que tú, también puedas disfrutarla.

http://www.musicamientrastanto.blogspot.com/

17 octubre 2011

una sonrisa

¿A tí también te pasa, que hay cosas que se quedan grabadas en tu mente y no sabes porqué?


Se me ha quedado grabada una sonrisa, la sonrisa de una mujer.


Era una mañana de primavera, de esas en las que el aire está limpio y disfrutas de sentir los rayos de sol en la cara. Me encontraba caminando por los alrededores del hospital.


Miré al frente, y ví venir hacía mí, saliendo seguramente de ese hospital, a una mujer de mediana edad, alrededor de los cuarenta. Falda larga hippie, cazadora vaquera, colores vivos en su ropa. Y un pañuelo atado a la cabeza cubriendo su falta de pelo.


Y con una sonrisa muy especial en la cara.


Iba sola. Pero aquella sonrisa le acompañaba. No necesitaba nada más.
Aquella sonrisa era todo.


Me hubiera encantado poder fotografiar ese instante.
Me conformaré con que pase a formar parte de mi album de las fotos que nunca pude hacer pero con las que seguiré soñando.


La foto de una sonrisa, y un pañuelo. Un pañuelo rojo.

16 octubre 2011

circunstancias

¿Sabes esa frase, tan repetida a veces en las peliculas, de "un extraño cúmulo de circunstancias....?
Pues el viernes pude experimentar en mí, lo que esa frase implica.
Billetes de tren ya sacados, para ir a pasar el fin de semana a Guadalajara con unos amigos.
Yo en casa, con tiempo, tranquila, equipaje hecho.
Y una serie de pequeñas, minúsculas incluso circunstancias, una detrás de otra, hilvanadas, seguidas, como cuentas de collar, fueron sucediendose despacio. O deprisa, no sé.
30 segundos.
Esos son los que me separaron de mis amigos, de Guadalajara, de un presunto fin de semana de descanso y relax en el campo, de buena conversación, y abrazos hace tiempo esperados.
Los 30 segundos que me habrían hecho falta, para llegar a coger el tren, en vez de verlo arrancar, según bajaba corriendo la rampa hacia el anden.

Habría tenido derecho a enfadarme. A buscar culpables, responsables, respuestas al porqué...Pero más bien me dió la risa, de contemplarme allí en un anden vacio, con decenas de personas mirandome en los andenes paralelos,  y yo contemplando un tren que se marchaba sin mí.

Supongo que no me correspondía viajar ese viernes. Debía de estar  escrito en algun sitio. Si no, no se explica, que todo ese extraño cúmulo de circunstancias, si dieran precisamente ese dia, y en ese lugar


14 octubre 2011

Lo comparto contigo. Me lo ha prestado un amigo.

""No quedar adherido a ninguna persona: aunque sea la más amada. No quedar adherido a ninguna patria. No quedar adherido a ninguna compasión. No quedar adherido a ninguna ciencia: aunque nos atraiga hacia sí con los descubrimientos más preciosos. No quedar adherido a nuestro propio desasimiento, a aquella voluptuosa lejanía y extranjería del pájaro que huye cada vez más lejos hacia la altura, para ver más cosas por debajo de sí (peligro del que vuela). No quedar adheridos a nuestras propias virtudes ni convertirnos en víctima de cualquiera de nuestras singularidades o pródiga liberalidad (el amor a sí mismo es una barbarie). Hay que saber reservarse: esta es la más fuerte prueba de independencia".

(Fr. Nietzsche: Más allá del bien y del mal, 41)

Saber ser como el agua que cada mañana, se limita a dejarse deslizar sobre la piel, siguiendo su camino, aunque vaya desgastandose, pero a la vez, dejando su huella en cada milimetro que recorre. Sin resistencias, con extrema suavidad.



13 octubre 2011

Caminar

Me gusta caminar por la mañana temprano.
En esas vespertinas horas, en las que suele suceder el extraño fenómeno, de que, viviendo en una ciudad como ésta, donde solemos ser seres ánonimos, no sé si por efecto del sol recien estrenado, o por el hecho de ir sola, la gente saluda y me dice "buenos dias".
Me sorprende, realmente.
Pero me agrada también


11 octubre 2011

DIFERENTE

A veces tengo la sensación de que las personas, solo sabemos movernos en base a esquemas preestablecidos y respuestas ya predeterminadas. Todo lo que se salga de ahí, o bien lo tildamos de extraño o no aconsejable, o bien, pasamos a ignorarlo porque no podemos colocarlo dentro de nuestro esquema mental, o por el contrario, hacemos lo posible por cambiarlo hasta que sea algo clasificable que encaje dentro de un orden.

Estamos de fiestas. Y eso está genial. Pero...¿por qué es necesario salir? ¿que tiene de malo, que haya gente que en estos dias, se quede en casa tranquilamente?
¿Quien decide si es bueno o no "apalancarse" en casa? ¿Y quien juzga si estoy "apalancada", o por el contrario estoy disfrutando de mi momento personal, aun estando sola, y sin ninguna necesidad de "pasarlo bien" yendo de copas, entre el tumulto de gente,  o haciendo lo mismo de todos los años??
Estoy convencida de que cada cosa tiene su tiempo en la vida.
Y solo me gustaría sentir que me escuchan cuando yo planteo el mio, y es diferente de los de los demás.
No quiero que me apliquen la receta. No quiero hacer lo mismo que todos.
Quiero seguir mi camino. El mio.
Sin más.

Disfrutad de las fiestas, que para eso estan
Yo haré lo mismo...pero a mi manera.

07 octubre 2011

Arvo Pärt

Hoy no me apetece mucho escribir.
Prefiero dedicarme sin más, a escuchar esta música tan bella.
Y ya que la comparto contigo, aprovecho y  te cuento, que  la descubrí gracias a un buen amigo. Un amigo y  un maestro en realidad. Él es en parte culpable de que hoy esté yo aqui, compartiendo realidades y sueños, pensamientos y esperanzas.








04 octubre 2011

Hoy escuchando la radio, me han descubierto esta pieza clásica, que me ha llamado la atención, sobretodo por el planteamiento del músico, Músorgski, al componerla.
Es una sinfonía dedicada a la exposición de su amigo pintor y arquitecto Viktor Alexandrovich Hartmann, ya fallecido, y a lo que le despertó la visita a la exposición, suscitando en él tal frenesí, que en solo tres semanas la habia compuesto.
Está dedicada a 10 de los cuadros, y al paseo que nos lleva a ir recorriendolos.
Música y pintura. Una mezcla delicada de ambas artes.


03 octubre 2011

Ayer fuí al cine.
Hacía muchos meses que no lo hacía.
Y me ayudó a decidirme, el brillo de los ojos y la pasión con que una amiga, me hablaba de la película.
"El árbol de la vida"
Preciosa.
Extraña y complicada, eso es cierto. Pero delicada y tierna, impactante y sublime.
Un drama que habla de la vida, del dolor, de la familia, de Dios, de las murallas y de los miedos,de preguntas sin respuesta. De la esperanza.
La música...espectacular. Una banda sonora que acompaña de manera sutil a las imagenes, pero que a la vez, sabe dejar su huella en el alma.
La fotografía es impactante. Tanto las imagenes del Universo, como los bosques y oceanos, los volcanes y desiertos...
Y el color, muy cuidado en todo el desarrollo de la vida cotidiana de los personajes.
Y la interpretación, muy buena. Niños y adultos. Famosos y desconocidos.

No te  la recomiendo.
Porque las recomendaciones tienden a crear expectativas y eso no es bueno.

Pero si vas a verla y te gusta...dimelo y podemos comentarla viendo un café.

02 octubre 2011

Octubre

Ha terminado septiembre.
Ha sido un mes de limpia, de poner ordenar, de colocar, de organizar, de terminar asuntos pendientes...para poder recomenzar.
O más que comenzar, continuar camino,  pero más ligera de equipaje.

Y por que no, hacer limpia también en estas páginas obsoletas, arrancar las usadas y dejar el cuaderno en limpio, para empezarlo como si fuera nuevo.
Caida de las hojas, de la hoja, es otoño.
Es una estación preciosa, de colores cálidos e intensos.
Me parece un buen momento para ir compartiendo aqui, contigo,  parte de lo que el camino me vaya mostrando, de las hojas que me traiga el viento, de las sensaciones, los sonidos, las emociones...
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