30 octubre 2013
29 octubre 2013
17 octubre 2013
14 octubre 2013
la escucha del nombre secreto
Dice Gustavo Martín Garzo en su libro "Y que se duerma el mar":
"Todos tenemos dos nombres: el que nos ponen nuestros padres, y el secreto que nos lo pone Dios"
Sin duda esta ha sido la razón de estos últimos miles de kilómetros recorridos.
Volver a escuchar mi nombre secreto.
Justo en ese momento en que no me daba cuenta de lo transparente que me había quedado.
De improviso y sin esperarlo, él lo pronunció.
Y además añadió: "Debes creértelo"
Y un sabor dulce, metálico, añejo, invadió mi columna, mi boca, mis pies.
Es conveniente vestir la confianza de esa transparencia.
Porque a veces los misterios se vuelven diáfanos y nos dejan contemplar su desnudez.
09 octubre 2013
buscando ecos
He guardado en dos cajas:
el vuelo de una diminuta libélula,
el mapa del silencio y el olvido de sí,
y las palabras no nacidas que tejieron hilos entre islas.
Aquello que te salva, aunque a mí me condene,
y las dudas inciertas producidas por la niebla del alma.
La seda envolviendo cuerpos solitarios desnudos moviéndose en la oscuridad.
Y esa misma oscuridad, traspasada por la luz de un faro.
Faro que se yergue en la soledad de la estepa atravesada de estaciones y primaveras,
de lo oculto y lo evidente.
Y la lluvia,
efímera para tiempos de otros, perenne para el mío.
Un cruce de miradas en el desierto
con olor al agua derramada en otras tierras,
con el color de la inmensidad y de lo más íntimo.
El susurro de las piedras que nos habitan,
el sonido de las alas de una mariposa.
También, el pulso de dos latidos.
Ya están en la maleta.
Y yo, lista para el viaje.
Un viaje a mitad de camino de ninguna parte.
Buscando ecos.
05 octubre 2013
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