23 mayo 2012

tierra de contrastes

Aire en la piel
Gabardina de película antigua
Desayuno de emperadores y princesas

La luz dorada que atardece sobre los valles
Frio intenso
El calor de una manta roja

Un paseo por Japón
El olor del infierno y las delicias del cielo
Burbujas producidas por el silencio

Viajes largos
con billete de retorno, lento y suave
Rozar las puerta del inframundo y volver

Tiempos nostálgicos junto al lago
Cuatro estaciones
Un café bajo la luz de un paragüas

La intensidad del olor
grabandose a fuego lento en el recuerdo
Los sabores fundiendose en la boca

Granizo
y tu sonrisa
(y ese gesto desconocido, pero reconocido y agradecido)

Un millón de palabras deslizandose
por el negro de la noche, de la ropa,
por el negro de aquello a lo que no sabemos poner nombre.

Gotas sobre el tejado
Otro viaje a Francia
Regiones desconocidas a las que poder amar

Blanco, marfil, champagne
O quizás alguna variedad del rojo, alguna que recuerde el color del vino
Un montón de flores sobre la silla, envueltas en papel marrón

Música barroca
Y en todo esto, y sobre todo esto
Lluvia y piel









11 mayo 2012

mi petirrojo

Encontré un petirrojo en mi último viaje en tren.
Y ahora, me acompaña de alguna forma, en mi dia a dia.
Me hace compañia aunque no esté presente.


Esta mañana al despertar, escuché un pájaro cantando sobre mi ventana.
No sé cual era.
No he conseguido todavía conocer las voces particulares de las aves.
Pero era un canto precioso.

Me gusta pensar que era mi petirrojo llamandome.







10 mayo 2012

imaginación o recuerdo


"-Quiero que levantes con tu imaginación los escenarios que te describiré, que los veas y te veas en ellos (....). No te será fácil al principio, pero un mundo construido con palabras puede llegar a ser tan real como el haz de luz que ilumina tus manos en este momento.
Está científicamente comprobado que el cerebro tienen una similar reacción cuando vemos una vela encendida con los ojos abiertos, que cuando la imaginamos con los ojos cerrados. Podemos ver  con nuestra mente y no sólo con los sentidos. Dentro del mundo que evocaré, si aceptas mi propuesta, tú... (...). Yo conozco los hechos, las fechas. Puedo situarte en ese tiempo, en los olores, colores y entornos. Pero en mi narración (...) faltará (porque siempre falta) lo interior."

"El pergamino de la seducción". Giaconda Belli 


Esta semana, llegan a mi diversas posibilidades de dejar volar la imaginación, de crear mundos tan palpables, que ya no sea necesaria su visita a la cotidianidad de lo real, porque solo el soñarlos hace que traspasen esa frontera y puedan habitar ambos mundos.

La imaginación es muy poderosa.
Puede poblar minutos, horas, dias...Tiene capacidades infinitas, y un poder imposible de calcular.
Puede acariciar nuestro corazón, y empujarnos a cimas exquisitamente altas y lejanas.
O hacernos aborrecer las puertas del infierno de tanto visitarlas.

Es maravillosa cuando se convierte en aliada.

Pero...siempre faltará algo. Lo interior. El poso que deja lo vivido. El recuerdo

Supongo que puestos a elegir, a pesar del riesgo de atreverse a hacerlo, decidiré vivir la parte real en vez de la soñada.
Puede que no sea tan bonita.
Pero seguro que será más intensa.


07 mayo 2012

amarras



Duerme cerca
por favor,
duerme cerca.

No te alejes mucho,
quedate,
en ese rincón tranquilo
desde el que sientas
su respiración fluir,
y su cuerpo,
descansar en calma.

Vigila su sueño
en este entretiempo,
de disipar nieblas,
de curar la piel,
de filtrar el alma.

Vigila y ahuyenta,
sus pesadillas tibias,
la caricia sutil pero certera,
el miedo vencedor en la mañana,
el temor que cruje,
la libertad quebrada.

Vigila su sueño
y que al despertar
lo primero que encuentre sea,
su reflejo en el fondo
de unos ojos verdes
que le cuenten,
que ya está,
que encontró la tierra firme,
que está salvada.

Y las amarras sueltas.


                                                               E.S.


01 mayo 2012

la abubilla

Esta mañana ví una abubilla.
Iba a mandarte un mensaje para decirtelo, pero decidí no hacerlo.
Ese momento no formaba parte de nuestro rito. Y además, seguramente dormías.
Me gusta imaginarlo así.

Igual que me gusta sentirme un poco, como el zorro del Principito.
-"Domesticame"-dice.


Siempre he defendido mi parte "rebelde", "salvaje"...(Empiezo a pensar que si necesita que la defienda, es porque es bastante menos fuerte de lo que yo querría)

Pero reconozco que me encanta poder identificar las partes domesticadas que hay en mí, que sirven para dar sentido al color del trigo, como le sucede al zorro.

Por ejemplo, las jirafas empezaron a ser importantes, el dia que me enteré que a Taty le gustaban.
Las margaritas blancas podían gustarme. Pero son especiales desde que supe que le encantan a Concha.
Cada vez que veo un buho, pienso en E.
Y los marcadores de libros me hacen sonreir y pensar en Angeles, que se colecciona "pero no cualquier, ¿eh? solo los que le gustan" (siempre dudo de si este le gustará o no)
El color azul siempre ha pertenecido a mi hermana. Me recuerda a ella.
Y el zumo de mandarina y los caramelos con pica-pica son importantes, porque los asocio con J.K
Ver fotos de gatos, es visualizar a Daniela.
Y los claveles jaspeados...son el color de mi madre.
Y así podría seguir, tanto con los que estan, como con los que, al igual que el Principito, se marcharon, pero dieron valor al color del trigo.


Me gusta comprobar, como ciertos objetos cobran importancia, porque forman parte de mi domesticación.
Sirven para incorporar a esas personas importantes en lo cotidiano de mi dia. Hacerlas presentes en mi mente y en mi corazón.
Y aunque en ese momento no pueda hacerles llegar el cariño, la cercanía, los pensamientos... el simple hecho de pararme en la imagen que llega y lo que significa en mi vida, ya llena de consistencia ese recuerdo. Le da vida.


El zumo de naranja, la sal con hierbas, las piedras...son ganancias.

Quizás te escriba luego y te cuente, que he visto una abubilla.

preparar el corazón

Relaciones de calidad.
Eso comentabamos ayer.
La capacidad de acoger al otro.
El estar "presente" en ese momento, con la mente y con el ser volcado en la escucha y en esa entrega.
Y el preparar el corazón para el encuentro. Disfrutando de las horas previas a él.
"Como decía el Principito", me dijiste.

Hacía mucho que no había vuelto a tener el libro de "El Principito" entre las manos.
Esta mañana lo he buscado.
"28 de Mayo del 88. Feria del Libro"
Esa es la fecha que escribí cuando lo compré

La mañana del  1 de Mayo del 2012, es una fecha perfecta para preparar el corazón, sabiendo, que esta tarde, voy a volver a leerlo.





Fue entonces que apareció el zorro:

- Buen día - dijo el zorro.

- Buen día – respondió cortésmente el principito, que se dio vuelta pero no vio a nadie.

- Estoy aquí – dijo la voz –, bajo el manzano...

- Quién eres ? – dijo el principito. – Eres muy bonito...

- Soy un zorro – dijo el zorro.

- Ven a jugar conmigo – le propuso el principito. – Estoy tan triste...

- No puedo jugar contigo – dijo el zorro. – No estoy domesticado.

- Ah! perdón – dijo el principito.

Pero, después de reflexionar, agregó:

- Qué significa "domesticar" ?

- No eres de aquí – dijo el zorro –, qué buscas ?

- Busco a los hombres – dijo el principito. – Qué significa "domesticar" ?

- Los hombres – dijo el zorro – tienen fusiles y cazan. Es bien molesto ! También crían gallinas. Es su único interés. Buscas gallinas ?

- No – dijo el principito. – Busco amigos. Qué significa "domesticar" ?

- Es algo demasiado olvidado – dijo el zorro. – Significa "crear lazos..."

- Crear lazos ?

- Claro – dijo el zorro. – Todavía no eres para mí más que un niño parecido a otros cien mil niños. Y no te necesito. Y tú tampoco me necesitas. No soy para ti más que un zorro parecido a otros cien mil zorros. Pero, si me domesticas, tendremos necesidad uno del otro. Tú serás para mí único en el mundo. Yo seré para ti único en el mundo...

- Comienzo a entender - dijo el principito. – Hay una flor... creo que me ha domesticado...

- Es posible – dijo el zorro. – En la Tierra se ven todo tipo de cosas...

- Oh! no es en la Tierra – dijo el principito.

El zorro pareció muy intrigado:

- En otro planeta ?

- Sí.

- Hay cazadores en aquel planeta ?

- No.

- Eso es interesante ! Y gallinas ?

- No.

- Nada es perfecto – suspiró el zorro.

Pero el zorro volvió a su idea:

- Mi vida es monótona. Yo cazo gallinas, los hombres me cazan. Todas las gallinas se parecen, y todos los hombres se parecen. Me aburro, pues, un poco. Pero, si me domesticas, mi vida resultará como iluminada. Conoceré un ruido de pasos que será diferente de todos los demás. Los otros pasos me hacen volver bajo tierra. Los tuyos me llamarán fuera de la madriguera, como una música. Y además, mira ! Ves, allá lejos, los campos de trigo ? Yo no como pan. El trigo para mí es inútil. Los campos de trigo no me recuerdan nada. Y eso es triste ! Pero tú tienes cabellos color de oro. Entonces será maravilloso cuando me hayas domesticado ! El trigo, que es dorado, me hará recordarte. Y me agradará el ruido del viento en el trigo...

El zorro se calló y miró largamente al principito:

- Por favor... domestícame ! – dijo.

- Me parece bien – respondió el principito -, pero no tengo mucho tiempo. Tengo que encontrar amigos y conocer muchas cosas.

- Sólo se conoce lo que uno domestica – dijo el zorro. – Los hombres ya no tienen más tiempo de conocer nada. Compran cosas ya hechas a los comerciantes. Pero como no existen comerciantes de amigos, los hombres no tienen más amigos. Si quieres un amigo, domestícame !

- Qué hay que hacer ? – dijo el principito.

- Hay que ser muy paciente – respondió el zorro. – Te sentarás al principio más bien lejos de mí, así, en la hierba. Yo te miraré de reojo y no dirás nada. El lenguaje es fuente de malentendidos. Pero cada día podrás sentarte un poco más cerca...

Al día siguiente el principito regresó.

- Hubiese sido mejor regresar a la misma hora – dijo el zorro. – Si vienes, por ejemplo, a las cuatro de la tarde, ya desde las tres comenzaré a estar feliz. Cuanto más avance la hora, más feliz me sentiré. Al llegar las cuatro, me agitaré y me inquietaré; descubriré el precio de la felicidad ! Pero si vienes en cualquier momento, nunca sabré a qué hora preparar mi corazón... Es bueno que haya ritos.

- Qué es un rito ? – dijo el principito.

- Es algo también demasiado olvidado – dijo el zorro. – Es lo que hace que un día sea diferente de los otros días, una hora de las otras horas. Mis cazadores, por ejemplo, tienen un rito. El jueves bailan con las jóvenes del pueblo. Entonces el jueves es un día maravilloso ! Me voy a pasear hasta la viña. Si los cazadores bailaran en cualquier momento, todos los días se parecerían y yo no tendría vacaciones.

Así el principito domesticó al zorro. Y cuando se aproximó la hora de la partida:

- Ah! - dijo el zorro... - Voy a llorar.

- Es tu culpa – dijo el principito -, yo no te deseaba ningún mal pero tú quisiste que te domesticara.

- Claro – dijo el zorro.

- Pero vas a llorar ! – dijo el principito.

- Claro – dijo el zorro.

- Entonces no ganas nada !

- Sí gano –dijo el zorro – a causa del color del trigo