30 abril 2013
29 abril 2013
el eco de tus pasos por las calles de Tokyo
Un pequeño pajarillo, un herrerillo común, me contempla desde su pequeña ventana cuadrada y me trae en su pico, noticias tuyas.
70 NIPPON.
Monte Fuji.
Santuario de Arakura.
La blancura de la cumbre blanca, se entremezcla con la de las flores del cerezo.
Todo trae aromas lejanos. Desconocidos.
A veces se anhela lo que no se conoce.
Te imagino paseando por aquellas calles de Tokyo, ordenadas y pulcras, llenas de gentes, cosmopolitas, agobiantes a veces, llenas de encanto y misterio otras.
Esa cultura extraña para nosotros, y que sin embargo nos atrae de una manera tan especial.
Aprender la valiosa lección de recibir lo que el presente nos trae y no, lo que nuestra mente organiza y desea.
Dar los pasos en función del camino, y no de nuestros sueños.
Ser feliz incluso a pesar de nosotros mismos.
Hoy me apetece ponerte a ti, en este canto.
Quizás por que mandaste hasta los rincones de mis parajes, aires con sabores diferentes.
Quizás por la impronta que deja la huella de tu vida. O la huella de la vida en ti.
O simplemente, por ser el eco de un sueño, de un silencio, al otro lado del mundo.
25 abril 2013
Me preguntan por ti
y no se bien que decirles.
Quizás que alguna isla
se enamoró de tu cuerpo
y lo convirtió en su istmo.
O que una princesa
de algún cuento, de alguna noche,
te cosio al borde de su falda.
Quizás te perdiste
entre las letras de un mapa equivocado
y no sabes regresar.
A mí me gusta imaginarte
rodeado de tierra roja,
sumergido en agua luminiscente
con el sol y la lluvia acariciando tus mejillas,
en un lugar donde las olas no pueden golpearte.
Respiro tu silencio y tu ausencia
y sigo pidiendole a tus dioses
que te dejen volver
y no se bien que decirles.
Quizás que alguna isla
se enamoró de tu cuerpo
y lo convirtió en su istmo.
O que una princesa
de algún cuento, de alguna noche,
te cosio al borde de su falda.
Quizás te perdiste
entre las letras de un mapa equivocado
y no sabes regresar.
A mí me gusta imaginarte
rodeado de tierra roja,
sumergido en agua luminiscente
con el sol y la lluvia acariciando tus mejillas,
en un lugar donde las olas no pueden golpearte.
Respiro tu silencio y tu ausencia
y sigo pidiendole a tus dioses
que te dejen volver
23 abril 2013
20 abril 2013
18 abril 2013
abril
Nos hemos adentrando
en las sombras prometedoras de cinco, seis árboles.
Los primeros del bosque.
Buscando bajo sus copas alguna brisa
que trajera rincones comunes,
posibilidades y deseos a nuestras manos.
Quizás no haya sido nuestro tiempo.
Quizás las necesidades estuvieran equivocadas.
Pero agradezco que en algún momento,
tu sabor haya dejado la impronta de la alquimia de los sueños.
09 abril 2013
Sólo el rumor del viento fresco
se cuela por las ventanas entreabiertas,
en una caricia continua
a una piel
cada vez más desnuda,
cada vez más atravesada.
La orilla del manantial va cambiando.
Se producen ondas
con cada respiración profunda.
Entre piedras y barro,
van brotando semillas azarosas.
No digas que me echas de menos.
Tus pasos ya no se oyen en los pasillos.
se cuela por las ventanas entreabiertas,
en una caricia continua
a una piel
cada vez más desnuda,
cada vez más atravesada.
La orilla del manantial va cambiando.
Se producen ondas
con cada respiración profunda.
Entre piedras y barro,
van brotando semillas azarosas.
No digas que me echas de menos.
Tus pasos ya no se oyen en los pasillos.
03 abril 2013
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