24 marzo 2014

algunas búsquedas


La cara pegada al cristal de la puerta del vagón, mirando en la dirección en la que avanzaba el tren.  Todo su cuerpo tensionado, como queriendo empujar para conseguir que avanzara más rápido.
Mira el reloj continuamente.
En su mano un papel arrugado que aprieta con fuerza. Casi tan arrugado como su gabardina clara.

Sus ojos jóvenes van de las manecillas del reloj, a algún lugar más allá de las vías. No mira nada más. No ve a nadie más.

Me pongo en pie. La próxima estación es mi parada e intuyo por su agitación, que también la suya.
Llegamos al andén. Y antes de que consiga descender, veo pasar su figura borrosa y blanca, saltando hacía algún destino que sigo pretendiendo adivinar. 

Le sigo con la mirada los escasos segundos que me lo permite su carrera, y viene a mi cabeza la imagen del conejo blanco de Alicia...y también algo de lo que había en el fondo de las miradas de los protagonistas de "Lost in traslation".

Cierro los ojos y le deseo en silencio, suerte en su búsqueda.




21 marzo 2014

Tormenta de primavera.
Garzas confundiendo ovejas con los búfalos de la sabana africana, compitiendo unas y otras en blancura.
Una cita, en un lugar donde nadie queda, para intercambiar abrazos.
El gato del juego y el ratón. Imposible saber quién se disfraza de qué. Donde todo y nada, es lo que parece.
Agujas atravesando la piel. Y una voz cálida despertando a la bella durmiente.
Así empieza mi viaje.
Quizá mañana te cuente como continúa.



16 marzo 2014



(...)  o caminas por la realidad, abierto a ella de par en par, con los ojos asombrados de un niño, lealmente, llamando al pan, pan, y al vino, vino, y abrazas entonces toda su presencia acogiendo también su sentido; o te pones ante la realidad en una actitud defensiva, con el brazo delante del rostro para evitar golpes desagradables o inesperados, llamando a la realidad ante el tribunal de tu parecer, y entonces sólo buscas y admites de ella lo que está en consonancia contigo, estás potencialmente lleno de objeciones contra ella, y demasiado resabiado como para aceptar sus evidencias y sugerencias más gratuitas y sorprendentes.
Esta es la opción profunda que nosotros realizamos cotidianamente ante la lluvia y el sol, ante nuestro padre y nuestra madre, ante la bandeja del desayuno, ante el autobús y la gente que hay en él, ante los compañeros de trabajo, los textos de clase, los profesores, el amigo, la amiga...   (...)
                                                                                                                   "El sentido Religioso"  Luigi Giussani



Abrir los brazos y acoger cada día con lo que traiga...
o buscar atajos que te hagan creer en formulas mágicas para afrontar la vida.



02 marzo 2014



La mejor madera, es la del árbol que crece más lento.
Y las raices más profundas, las de aquellos que han soportado tormentas