19 febrero 2012

desaparecidos

‎11,11h.
Estuve en la inauguración de la exposición "Desaparecidos" de Gervasio Sánchez, pero no la ví. Y ahora, cuando está a punto de finalizar, consigo por fin, tiempo para verla.
Casi no hay gente. Se agradece el silencio, y la calma que envuelve las salas del Centro de Historias.
Me tomo mi tiempo, y dejo que mi vista se pasee con calma por los rostros, por los textos, por las miradas y los objetos.
Todos los que hemos ido a verla, hemos acudido, conscientes del tema, y de lo que nos ibamos a encontrar. Y por lo tanto, no es sorpresa lo que puede depararme el trabajo de Gervasio.
Voy recorriendo cada sala, cada pared, y tras una hora y pico, de pasear entre fotografias, tengo que marcharme porque el trabajo me espera. Me pena no ver los videos, porque sé positivamente, que merece la pena verlos.
Y aunque me gustaría demorarme más ante alguna fotografia, los libros me esperan en casa, y puedo volver a ellas con calma, cuando quiera.

¿Y que es lo que me llevo de alli?
Pues me llevo, la mirada de Doris, una de las madres, que sigue esperando a su hijo abrazada a su oso de trapo.
Me llevo la imagen del diario personal de Dora, con tantas páginas todavía sin escribir.
Me llevo la imagen de las identificaciones de la esposa y los 10 hijos de Baker Amin Said, desaparecidos todos. Y aunque no estuviese la imagen, igualmente queda él y su infinito e indefinible dolor, grabado en mí.
Me quedo con los miles de fotografias de los asesinados en Phnom Penh (Camboya). Y aunque quiera, no puedo imaginarme el rostro de aquel que tuvo la idea de fotografiarlos a todos.
Y también se me ha quedado grabada la textura del tronco donde asesinaban a los bebés y a los niños.
Me quedan, uno sobre otro, tantos y tantos rostros de mujeres. Tanto y tanto dolor vivido, transmitido, afrontado, arrastrado...
Y finalmente me llevo la inquietud de no saber, quien te encenderá la luz a tí, Pedro, buen padre, buen hijo, alegre, cariñoso...y que te gustaba dormir con el foco prendido.






12 febrero 2012

una flor

Hoy me han regalado una flor.
Ha sido la manera en que alguien quería disculparse conmigo, por algo que a él le preocupaba, y a lo que yo no solo no le daba importancia, sino que no veía razón ni para la disculpa, ni para la preocupación.
Le he insistido una y otra vez, en que no me la comprara.
Pero no me escuchaba

Hasta que me he dado cuenta, de que en este caso, no tenía relevancia, lo que yo pudiera pensar y sentir al respecto de las circunstancias que compartiamos.
Lo importante era lo que él necesitaba.

Y él necesitaba regalarme esa flor. Porque era lo que había planeado toda la semana.
Asi que, hemos entrado a la tienda, y me la ha comprado.
Se ha ido con una sonrisa a su casa.
Y yo también

Quizás para mí también ha sido importante, el darme cuenta de lo dificil que resulta a veces, dejarse querer.

Esta mañana he sabido dejarme
Esta tarde, no lo he conseguido.



11 febrero 2012

05 febrero 2012

fragmentos

¿Te has enfrentado alguna vez a la complicada tarea de organizar las fotos de otra persona?
Esta tarde es otra más, de las que estoy dedicando a este encargo, y me he dado cuenta de que aunque es algo tedioso, acaba siendo algo muy especial.
Van pasando por mis manos, pedazos y trocitos de vida, deshilvanados, deshilachados, sin orden ni concierto, sin fecha siquiera.
Y poco a poco, voy construyendo con ellos, un puzzle, en el que se va perfilando la figura del protagonista de la historia. Se dibuja poco a poco, un pequeño, un mínimo esbozo de algunas partes de su vida.
Contemplo con ternuras fotos que me hacen preguntarme, el sentido que tienen, porque las realizó. Veo rostros desconocidos, paisajes lejanos. Otras tierras, otras gentes, otras culturas por las que él, se ha deslizado.
Veo pasar el tiempo por su rostro, por su cuerpo, por sus trajes.
Y me doy cuenta de que en realidad lo que estoy viendo, son pequeños fragmentos de su viaje. Un viaje que  como yo, él emprendió en algun momento.
Un viaje personal. 
Y yo, a base de momentos fugaces, de vagas instantaneas, la mayoria de ellas para mí sin sentido ni valor, puedo ir componiendo algo que no llega a  ser mapa.  Algo que no es un retrato, ni la historia de una vida, ni un camino.
Algo que me hace pensar hasta que punto, somos tan pretenciosos de creer que, a base de  esos momentos fugaces se puede llegar a recoger una vida.
Estos fragmentos tan solo pueden servir, para despertar el anhelo de querer conocer más a la persona que está allí reflejada.
Conocer algo quizás,  de  lo que sentía en el momento aquel, en que la cámara lo estaba enfocando y disparó...
Conocer quizás, que se escondía trás aquella tímida sonrisa...

01 febrero 2012

su presencia

Hay dias, en este viaje que tengo emprendido, en que alguien se acerca a mí, y me dice:  "Suelo seguir el hilo de tu sendero". O algun otro me comenta: " Veo tus huellas, las miro, y luego respiro hondo, reflexiono, me siento vivo".

En ocasiones, soy yo, la que veo sus pisadas, sus miradas, el halo de su presencia, su estar ahí, a un lado y a otro del camino.

Incluso a veces he experimentado como este viaje, me regala la fortuna de otro hilo que se cruza con el mio. De otra brújula, de otro viajero, que como yo, no lleva mapa. Presencia breve, quizás, pero intensa.

¿Sabes? Son esos segundos donde compartir espacio-tiempo, con unos y otros, los que consiguen que mi corazón se ensanche, que mi sonrisa sea más amplia, mis pasos más ligeros...y que incluso la linea del horizonte, esa que se dibuja en ocasiones, allá donde suele ponerse el sol, parezca más cercana.