Es duro encajar un golpe al orgullo. Estar convencida de estar haciendo las cosas bien, y asumir que no solo no las hago tan bien como creo, si no que me queda mucho camino por recorrer para llegar a eso, es una lección dificil de aprender.
Ahora, al final de la tarde, me he reconcilidado ya conmigo misma. Y aunque el camino de aquel que quiere ser persona, que quiere ATREVERSE A SER, así, con mayusculas, es duro, es cansado, a veces incluso agotador, estoy convencida de que realmente merece la pena.
Ser capaz de ser algo más, que la sombra de lo que puedo llegar a ser.
Ser capaz de ser yo misma, ser mi pilar, mi apoyo, mi centro.
Quien sabe. Quizás no era el momento de recibir un regalo. O quizás ese regalo llegue con otra forma, en otra ocasión, en otro momento ...