Ayer iba en el autobus, de vuelta a casa, leyendo.
Sentadas, delante de mí, dos personas hablando.
Inevitablemente, llegó a mis oidos parte de la conversación.
Trozos relativos a alguien, sujeto protagonista, que pasaba por una situación delicada, y frente al cual, una de esas personas, se planteaba que "tenía que" llamarle, o ir a verle, porque, aunque no le apetecía mucho, sentía que "tenía que" hacerlo. Junto con un "es que, pobre, fijate que mal lo está pasando"
Tener que
Sentí una tristeza infinita.
No por la persona que supuestamente estaba atravesando esa momento delicado.
Si no por esa situación en la que alguien, se siente en la obligación de ver a otro alguien, por pena, caridad, deber, compasión...o no se que rebuscado sentimiento.
Creo que tendemos (yo me incluyo, por supuesto) a caer con relativa facilidad en el uso del verbo "tener que". Sin darnos cuenta que al pronunciarlo estamos mandandonos a nosotros mismos un mensaje de obligatoriedad, que no tiene por que ser tal.
Caemos en convencionalismos sociales que al intentar cumplirlos desde ese deber, desde esa obligación, muchas veces causan más mal que bien al otro...y a nosotros mismos.
¿Tu crees que esa persona sobre la que hablaban, tendrá ganas de que alguien vaya a verla por obligación, por pena, sin ganas?
No me des la respuesta.
Como estas situaciones, tantas otras.
Pero creo que en ninguna cobra tanta importancia esta frase, como en las relaciones personales.
Me he hecho el firme proposito, de intentar dejar de pronunciar esas dos palabras juntas.
En cuanto a relaciones se refiere, voy a empezar a usar el "quiero", el "me apetece", el "voy a". Desde mi consentimiento. Desde mi afirmación personal de estar de acuerdo con dar ese paso, y hacerlo de manera consciente y plena. Para que no haya cargas negativas escondidas detrás de mis palabras y mis actitudes. Para que mi sonrisa pueda ser plena, sincera y profunda.
Por eso, si no te molesta, quiero pedirte un favor.
Que entre nosotros no haya nunca un "tener que".
Que cuando pienses en mí, no te surja el decir, "tengo que...llamar, escribir, estar atento, comentar", en base a un estado concreto mio, al propio paso del tiempo, a una sensación de obligatoriedad por cuidar las formas, las amistades, los compromisos.
Que nuestra relación pueda partir siempre de un paralelismo, de un encontrarnos al mismo nivel para poder mirarnos a los ojos. Que no haya nadie que se encuentre por encima del otro, para poder verlo desde allí. Que no haya penas, compasiones, deberes, compromisos...
Prefiero que conmigo te surja, la sonrisa amplia cuando me mires.
Prefiero poder mirarte a los ojos de frente
Prefiero que quieras, a que tengas