17 septiembre 2012

dejarse llevar



Contemplo la orilla.
Los impulsos del agua son pequeños latidos.

Existe un mar de nubes
sumergido en el fondo.

Me llega el olor del espliego
que llevo en el pecho.
Y un recuerdo.

Alguien me canta desde una rama
pero no consigo verlo.
Sonrío.

Escucho pequeños compases de silencio
que existen al ritmo de los semáforos.
Mientras, tu música,
acompaña suavemente mi respiración.

Un árbol seco me mira,
desde la paz de otros tiempos vividos.
Los naranjas y amarillos
van resucitando lentamente a su alrededor.


Miro la corriente de días venideros,
y me dejo llevar.