12 septiembre 2012

María


Compañera de historias,
cómplice de confesiones.
La bella Cenicienta que perdió su zapato.

Es posible que el principe
no aparezca a recogerlo.

Pero no te hace falta.
El hechizo no se romperá con las campanadas

Seguirás siendo
mujer de bandera
Sincera,
aunque duela.
Sensible,
aunque la vida te haya enseñado a disimularlo.
Fuerte,
a base de golpes.

Amante de tu tierra
y de tu gente,
impregnan tu voz,
tus viajes,
tu vida.

Hoy brindo por tí,
y a tí te canto.

Por lo aprendido y compartido.

Por nuestro camino de enseñanzas.