30 septiembre 2012

valió la pena

Tenías razón.

Mereció la pena.
Cruzar corriendo, más de medio Madrid. Casi una hora de tiempo. Aun sabiendo que en pocos minutos, tenía que regresar (y volver a cruzarla).

Pero la sensación de formar parte, aunque fuera brevemente, de un sentimiento unánime,
de un grito uniforme,
de una necesidad de escucha, de justicia, de esperanza...

Formar parte de un abrazo multitudinario.

Algo que puede que no sea importante, pero que siempre podré recordar, sabiendo que he sido parte de ello.
Sintiendo que he añadido mi pequeño granito de arena, a esa muralla que se va construyendo.
A esa barrera que pretende, parar la marea antes de que nos ahogue.

Asi que, efectivamente,
valió la pena.