02 diciembre 2012
en el silencio
(Abro los ojos. Y me llegan retazos de un sueño, que ya tuve otra noche. Recrearme en ellos, antes de que vuelva a dormirme o me despierte del todo.)
Una habitación a oscuras.
Tan solo una rendija de luz a través de la persiana, que juega a dibujar estelas en las motas de polvo que danzan en el espacio vacio.
Silencio.
Solo se escucha el silencio, y apenas, las respiraciones.
Encontrarse a oscuras. Buscarse a ciegas.
Solo las pieles pueden hablar,
solo las manos emiten palabras,
solo el deseo secuestra el lenguaje.
Respirar el silencio y la piel del otro, la calidez del otro, la ternura del otro.
Moverse por el silencio, con las yemas de los dedos susurrando nombres, rincones, discursos no nombrados
De las gargantas brota el silencio, en otros tiempos hecho murmullo y grito
El sudor dibuja ciudades de un mapa.
Dejar que los gemidos se deslicen por las paredes y dibujen en las sábanas las palabras contenidas
dejar que los silencios borren huellas
dejar que las fronteras de la piel trazada antaño, se vaya borrando con aquello que la boca no pronuncia.
Girar en un remolino de gritos callados mientras la mirada habla de oscuridades
Y permitir que los dedos se claven en las palabras que brotan del animal que se esconde en el fondo de esos ojos.
Vaciarse en el silencio para poder volverme a llenarse, de un silencio de uno mismo, mucho más pleno
Con el éxtasis final en un silencio que nos vacia enteros para llenarnos de palabras no dichas