lo prohibido
Me gusta cruzar las grandes avenidas de varios carriles, justo en ese paréntesis espacio-tiempo que se crea, cuando los coches estan retenidos por la pequeña lucecita roja.
Disponer de ese gran espacio que no me corresponde, que no está destinado a mí, mientras ellos esperan impacientes el momento de poder invadirlo.
Disfrutar de esa sensación de lo prohibido