28 diciembre 2013
belleza no programada
¿Recuerdas aquella conversación que tuvimos sobre el hecho de que nos programan para contemplar una determinada belleza, unos cánones concretos ante los que emocionarnos y extasiarnos?
Nos enseñan que es lo bello.
Y estamos rodeados de belleza no programada que no conseguimos ver.
Oculta en lo muerto, en lo apenas visible, en lo de cada día, en los de cada día. Belleza que desaparece porque no hay almas que quieran recrearse en su contemplación y se emocionen ante ella.
No puedo evitar que la tristeza me acaricie, al ver miradas y corazones vacíos, cuando podían llenarse, tan sólo con pararse y ver.
Hay días que me siento tan llena de esa belleza de afuera, que pagaría por saber compartirla.
Pero me temo que no hay gente dispuesta a cobrar por eso.