¿Sabes? Me siento muchas veces, como moviendome entre niebla.
Por las partes que desconozco de mi misma.
Por todas las que todavía no conozco de tí.
Ni de tí, ni de otros.
Hay momentos en que el sol parece asomar tímidamente entre las nubes, y ofrece un poco de claridad para caminar.
Para iluminar mis pasos.
Para iluminar los tuyos. Los suyos.
Esa clarividencia, generalmente, no dura mucho.
Y hay que volver a caminar a tientas.
Con los brazos extendidos, buscando no tropezar.
Pero sabiendo que me estoy moviendo.
Que hay pasos que seguir dando.
Aunque sea deslizandose entre niebla