Encontré un petirrojo en mi último viaje en tren.
Y ahora, me acompaña de alguna forma, en mi dia a dia.
Me hace compañia aunque no esté presente.
Esta mañana al despertar, escuché un pájaro cantando sobre mi ventana.
No sé cual era.
No he conseguido todavía conocer las voces particulares de las aves.
Pero era un canto precioso.
Me gusta pensar que era mi petirrojo llamandome.