06 junio 2012

sueños

Si alguien te dice un dia: "Quizás sea el momento de que tires tu sueño a la papelera", seguramente tu respuesta sea algo parecido a "¿Pero estas loco? ¡Con lo que me ha costado conservar este sueño, mantenerlo vivo, lograr que me acompañara durante tantísimo tiempo!!! ¿como lo voy a tirar?".
Casi con total seguridad, te darías la vuelta y obviarías el consejo

Si ese mismo alguien te dice: "El peligro que tienen los sueños, es que, si por un casual consigues realizarlo, corres el riesgo de ver solo el sueño, pero no, a la persona que tienes al lado".
Entonces, casi con total seguridad, te quedarias pensando en esas sabias palabras. Acto seguido, valorarías la importancia de ese sueño, lo que pensabas que podría aportarte, las posibilidades de que se cumpliera segun querías...y lo pondrías en la balanza frente al riesgo de que se pudiera darse ese no ser capaz de ver.

Y optarías.
Por uno de los dos caminos.

Mantener tu sueño pese a todo.

O...hacer una hermosa bolita de papel con él, lanzarlo con parábola, y meter canasta en la papelera.

No hace falta que te cuente que hice yo, ¿verdad?



Correr riesgos.
Confiar.
Optar.
Atreverse.
Renunciar.

Dejar en el camino los utensilios que no se usan y que estan oxidados de tantos sueños acarreados y envejecidos...y crear espacio suficiente para que nuevas posibilidades puedan florecer.

Quizás, si optas por hacerlo, puedas descubrir en tu ventana, el fruto de una renuncia y de la confianza entregada.

Flores abiertas