28 julio 2012

de color verde y agua

Salgo muy temprano.
La luz tiene ese calidez especial de primeras horas de la mañana, que parece, te recibe, con la soledad y la plenitud, del primer habitante que se pone en camino.
Al llegar a la calle, me rodean y me invaden, infinidad de olores nuevos, recien estrenados.
La lluvia de anoche ha hecho su trabajo, y todo está limpio, a estrenar, como la caja de pinturas que nos compraban cuando comenzaba el curso.

Me gustaría identificar alguno de los aromas, pero no lo consigo.
Verde y agua. Mis colores preferidos. Mis olores preferidos.
Los escribía ayer en un papel, cuando intentaba plasmar un sueño. Mi sueño.

Ojalá estuvieras aqui paseando conmigo. Te gustaría este rincón, el silencio en el que puedes sumergirte, mientrás los árboles te cubren con sus abrazo de hojas, y la tierra, acolchada y suave, silencia el ruido de los pies cansados.

Me acompaña en el pensamiento,  la carta que recibí de un amigo que partía de viaje.
No sé porqué, esta mañana me llegaba, con la misma fuerza que los olores, su recuerdo.
Se despidió diciendome que partía, pero sin conocer el lugar de su destino, ni la duración de su viaje.
Embarcaba.
Y lo imagino ahora, cruzando mares en calma, disfrutando de las nuevas primaveras que estallan con fuerza en otras tierras, desconocidas para mí.
Situado en la proa del barco, rodeado de agua ena calma, aspirando con deleite los aromas que le traiga el viento de otras tierras que aun no se perfilan en el horizonte. Disfrutando de los delfines que le acompañan en su trayecto. Y consultando las cartas de navegación, para no perder el rumbo.

Quien sabe.
Quizás estemos compartiendo olores y tierras nuevas.
Quizás un dia el viento, me traiga noticias suyas.

Mientrás tanto, lo pongo en mis oraciones. Así descanso.

La tierra sigue silenciando el ruido y el cansancio de mis pies.
Y la luz dibuja mi silueta, perfilada en verde y agua.