21 agosto 2012

mi cita de ayer

Hoy te canto a tí.
Mi cita de ayer.

Llegas tarde. Te has dormido.
Solo tu juventud inexorable te salva.
Ya no espero más de quince minutos. He aprendido a quererme.

Ojitos dormilones.
La fuerza de tus dieciocho.
Caminamos hasta el rio.
No te importa que te vean conmigo. Y a mí tampoco.

Hace calor.
Tu fumas.
Yo te miro y te escucho.
Vas desgranando tus dias, tu vida, tus ilusiones y frustraciones.
Esas pequeñas cosas que te dan forma.
Tu mirada camina por tus recuerdos y tu futuro. Y a veces se ilumina.

Mariposas azules nos rodean.

Un melocotón compartido.
Una foto robada.

Tenemos poco tiempo.
Debemos volver para evitar enfados.

En la esquina de la Iglesia, un cruce de miradas cubierto de cariño compartido.
Y un abrazo.

Te canto ahora, y sonrio.
Desde la confianza que pongo en tí.
En la certeza de que tus errores, tu lucha, tus frustraciones, la ternura que brota de tí, tus ganas de ser tú, tu mirada inocente e inquisitiva, estan tejiendo un camino.

Y que esa senda nos llevará a otra cita.
Una en la que, estaremos sentados frente a frente, en una mesa de un lugar especial, rodeados de pequeñas creaciones tuyas, hechas de exquisita dulzura y sueños.
Y no llegarás tarde.

Espero que hasta que llegue ese dia,
melocotones, mariposas, y rios, sigan compartiendo nuestro caminar.

Y espero también, que tu sigas pensando, que no te importa que nos vean juntos.