Hay una formula contra el miedo.
La SOLIDARIDAD recorriendo la piel.
La UNION de gentes dispares.
El poder de la palabra NO.
Y el CANTO de un pueblo.
Su VOZ y su MÚSICA.
Manos alzadas, partituras, violines...
Estas son nuestras armas
Con ellas debemos luchar.
Y con estas sensaciones podemos seguir caminando.