07 septiembre 2012

occidente y oriente


Esta tarde he estado paseando con dos mujeres.

La primera, María Zambrano, que vuelve a aparecer en mi camino, debido a un artículo publicado hoy en el País, a colación de un libro que se presenta ahora sobre ella:  "María Zambrano. Cartas inéditas (a Gregorio del Campo)".

Me atrae profundamente, la inquietud, la busqueda personal de esta mujer, su lucha...

“Yo creo estar en una etapa de gestación”, le escribe, “algo nace en mí, o algo se transforma; y cómo hablar, cómo nombrar a lo q. aún no se conoce?”.

Y también la búsqueda de algo más allá de ella misma, que le trasciende. Que nos trasciende a todos.


“Meditar es también reconquistar el sentir originario de las cosas, del paisaje, de las gentes, de los hombres y de los pueblos, el sentir de la realidad inmediata, que nos abre a la realidad del mundo”


Mientrás la leía a ella, y a sus reflexiones, me acompañaba en mi mesa, un libro que compré porque me llamo la atención poderosamente, su título: "Antología de poetas prostitutas chinas. (siglo V- siglo XXI)".

Te dejo aqui, uno de los poemas.


AMARRADO EL BARCO
A LA ORILLA DEL RIO

Una hoja errante en el espacio infinito.
Viento glacial barriendo las nubes.
El agua corre hacie el oeste.
Al claro de luna, en todas las aldeas,
junto a los juncos,
suenan mazazos en la ropa macerada.
Se deja sentir el otoño
en medio de los grillos que chillan.
El viajero vaga mil leguas en su sueño.
Altas horas de la noche.
Campanadas interminables.
Tristezas y angustias sin fin.
De todo el viaje, ¿que recordaré?
Un solitario barco de pescadores
en medio de la desoladora niebla.

              WANG WEI (siglo XVII)


Dos mujeres. Dos culturas.  Dos vidas muy distintas. Cientos de años y kilometros las separan.

Quizás las una, las dificultades que ambas encontraron en su vida.

O más bien, el hecho de que ambas estuvieran abiertas a la meditación, a la búsqueda de respuestas, y a la búsqueda y el sentir de la realidad.