04 enero 2013

alas


Ser capaz de dejar al asombro
que alcance lo más profundo que habitas
Que cree allí,
el goce de lo que el otro es en si mismo.
Y la admiración por lo minúsculo
 y el respeto a aquello
inaccesible que le da forma.

Tener la capacidad de dar alas
es otorgar algo sobre la libertad.
Tener la generosidad de ver y creer
es hacer posible la utopía de engendrar.

No importa si lo que separa
es algo traslucido
o lo árido de la estepa.
Mientras haya un latido unísono
en busca de lo bello,
de lo imperceptible,
de lo efímero y profundo.

Mientras silencio y música,
puedan palpitar
en un vuelo inaprensible
y por eso mismo,
amado.