25 abril 2013

Me preguntan por ti
y no se bien que decirles.


Quizás que alguna isla
se enamoró de tu cuerpo
y lo convirtió en su istmo.

O que una princesa
de algún cuento, de alguna noche,
te cosio al borde de su falda.

Quizás te perdiste
entre las letras de un mapa equivocado
y no sabes regresar.


A mí me gusta imaginarte
rodeado de tierra roja,
sumergido en agua luminiscente
con el sol y la lluvia acariciando tus mejillas,
en un lugar donde las olas no pueden golpearte.

Respiro tu silencio y tu ausencia
y sigo pidiendole a tus dioses
que te dejen volver