Miro la foto de hace tantos años, y me cuesta reconocerme.
No tanto a tí. Tu mirada sigue siendo la misma.
Cuantos cafés compartidos desde entonces. Cuanta vida hemos ido gastando.
Comparo esa foto con las que te hice hace poco, ¿te acuerdas?. En tu casa una mañana, porque había buena luz. Y luego en el bar de abajo, que son las que mejor quedaron.
Te miro y me digo que es cierto. Que la vida te ha tatuado ampliamente.
Desde que te conozco, has luchado duramente. Por conseguir trabajo, por salir adelante, por no recaer, por cuidar las amistades, pero sobretodo, por mantener tu casa.
Cursos y cursillos. Patear, recorrer, mover curriculum...
Pero está dificil. Y esas huellas que la vida te ha dejado, no te ayudan.
Mucho tiempo ya, sobreviviendo con la ayuda que da el gobierno, invertida practicamente toda, en pagar el alquiler. Eso siempre. Por encima de todo.
Y comer...pues en un sitio o en otro, te dan. Las cenas son lo de menos, con un poco de leche, tienes suficiente.
Vas apañandote para tener que fumar.
Y si necesitas algo más...pues supongo que te lo callas, lo consigues como sea, y no me lo cuentas.
Pero vas compartiendo tus temores, el ver que cada vez, esto se pone cada vez peor.
La ayuda mensual se va a agotar. Dejarán de dartela, eso ya casi se palpa.
¿Y entonces?
"Robar no, ¿para qué si no hay dinero?"
Lo tienes claro.
Y aunque has pisado muchos pasillos carcelarios, aunque te conoce la secreta, aunque ya has cumplido tu condena y sabes lo que pasa entre aquellos muros...por encima de eso, está tu casa.
Y antes que ir a la calle, me cuentas que te pondrás a traficar.
Con tres o cuatro clientes fijos, tienes bastante.
Y me vas contando con calma, el proceso de "ir a pillar", subirla para acá... y todo lo demás.
Te miro desde el otro lado de la mesa, con un café de por medio, y no sé bien que decir.
¿Te suelto, a estas alturas de la vida, una lección de moralina sobre lo inconveniente de traficar con drogas?
Creo que eso sobra.
Para mí, lo dificil es, que después de tantos años de verte luchar, yo tampoco se, que puedes hacer ya.
Asi que, me dedicó sin más, a animarte a seguir buscando curro, a preguntarte si necesitas algo...y a admirar, desde algun punto profundo en mi interior, esa necesidad de proteger y mantener tu casa.
Y también, decido dedicarte este canto, el primero, aún sabiendo, que casi con total seguridad, no lo leeras nunca.
O quizás, precisamente por eso.